Travis Bickle ,un excombatiente de Vietnam que sufre de insomnio crónico, consigue trabajo como taxista nocturno en la ciudad de Nueva York, con este trabajo se sumerge en el submundo nocturno de la ciudad; el cual ve con repugnancia. Con el pasar del tiempo monótono, solitario y con el rechazo de la única mujer de la que se ha enamorado. El psique inestable de Travis y su visión del submundo neoyorkino lo obsesiona con eliminar el fondo de todo lo que aqueja a su decadente sociedad.
La actuación de
Robert De Niro como Travis me pareció excelente;
agregando que las actuaciones del reparto son muy buenas.
La atmosfera
es de lo que más me voy a acordar de esta película. Dan una esencia muy acorde
al realismo sucio, acompañado de los contrastes de una Nueva York nocturna y su contraparte
diurna.
El guion es bueno, no es nada del otro mundo, estos tipos de diálogos en los que se ve a un hombre contando de lo arto que esta de la vida monótona y la decadencia humana pudo haber sido muy novedoso y tal vez controversial en su época, pero al día de hoy hay mucho mejores exponentes. Hay que recordar que esta película tiene casi unos 40 años. Los tiempos cambian, y como una película pionera es bastante buena.
La banda
sonora es simple pero uno de los mejores aspectos, aunque el ritmo es constante,
las variaciones que sufre a lo largo de la película me dan a entender que es
una personificación sonora del estado emocional de Travis.
La única queja
que tengo es el final, me pareció en extremo anticlimático, si pudiera poner
una palabra para definir este final seria “conservador”.
Para terminar, es una muy buena película, vemos a Robert De Niro en uno de sus mejores papeles de su juventud, el
ritmo es bueno, tiene algunos aspectos que no han envejecido bien pero tampoco
arruinan la experiencia, puede que sea algo lenta y aburrida para algunas
personas, pero para mí es una de esa películas de culto de las que me acuerdo
de vez en cuando y eso la pone en mi lista de clásicos del cine.