sábado, 20 de junio de 2015

Reseña de: Super-Conductive Brains Parataxis




En un futuro lejano, el planeta es dominado por una diminuta civilización, capaz de clonar y producir en masa a seres humanos de tamaño normal, llamados Surdlers, para destazarlos y reconstruirlos como vehículos, herramientas, fuentes de energía, etc. 

El manga se divide en tramas que dan diferentes puntos de vista del funcionamiento de la diminuta sociedad y la importancia de los Surdlers en ella. Hay que mencionar que es un manga de Shintaro Kago: escenas grotesca e incomodas van a ser muy comunes; así que no es un manga para todo el mundo.

Estos mangas por lo general no tienen un guion muy bueno y parataxis sigue esta tradición. Muchas acciones de los personajes no tienen sentido y son forzadas, la esencia de muchos arcos argumentales se repiten (como la constante busca del respecto, para dar un ejemplo), los mejores momentos narrativos son cuando el autor se centra en mostrar una narrativa más sutil y visual pero se podría contar con los dedos de una mano las ocasiones en que sucede. Pero como dije antes, es un manga de Shintaro Kago y el plato fuere de su trabajo siempre ha sido su caprichoso dibujo.


El morbo de la historia proviene de la naturaleza material que le da la diminuta civilización a los Surdlers, mostrando un lado más despiadado e inconsciente de nuestra humanidad. Esto, junto con el estilo característico del autor, embona de una excelente manera: alimentan la perspectiva decadente que se quiere plasmar en la historia.

Puede que parataxis no esté muy bien escrito, pero al terminar de leerlo no puedo evitar sorprenderme por su naturaleza, el mundo donde acontece es exagerado y pomposo pero contiene una personalidad tan poderosa que no me extraña que este en alta estima en algunos círculos reducidos de lectores aficionados al gore.



viernes, 5 de junio de 2015

Reseña de: Kung Fury




Si esto salió de una idea puramente nostálgica, con solo una pantalla verde y financiada por donaciones de kickstarted, quiere decir que cualquier individuo tiene mucha más visión que muchos directores de superproducciones de hoy en día.

El Cortometraje sucede en el Miami de los años 80. Donde el detective Kung Kury, un súper policía que es el elegido como portador del estilo más poderoso del Kung Fu, trabaja aniquilando robots arcades asesinos y maestros del kung fu. Hasta que el departamento de policía de Miami es atacado a larga distancia por un asesino desconocido; el responsable es Adolf Hitler (alias: Kung Führer) que ha viajado en el tiempo para quitarle el título y convertirse en el próximo Kung Kury. Con esto, el oficial viaja en el tiempo para derrotar a Hitler de una vez por todas.


El corto sigue todas la reglas para hacer una película tan mala que es buena… muy buena: personajes exagerados, pésima actuación, la banda sonora, los malos chistes, un universo caótico e incongruente. Todo esto más una sobredosis extasiante de la más pura esencia ochentera, combinados para rendir un homenaje al cine B de la época. El manejo de la pantalla verde es perfecta.

Kung Fury es una película con carisma, sabe lo que es y saca todo el jugo posible a la media hora que dura. Lo peor que podría pasarte seria que no te guste.