sábado, 14 de noviembre de 2015

Reseña de: La Cumbre Escarlata




Guillermo del Toro siempre ha sido uno de los pocos directores del que no tengo una idea clara en cómo definirlo. Ha producido y dirigido lo que creo es basura infame pero cuando al cabron se le cruzan los cables ha creado algunas de las mejores películas y conceptos que he visto en el medio. Recientemente parece haberse puesto cómodo en un concepto: películas para Frikis. 

Edith Cushing es una joven soñadora y escritora que recientemente ha conocido a Sir Thomas Sharpe, un barón ingles que ha viajado a Estados Unidos para buscar financiamiento. Thomas ha venido a mostrar su proyecto de arcilla minería al acaudalado padre de Edith; este niega su financiamiento y tacha la actitud de Thomas como prepotente. Edith es visitada nuevamente por un fantasma del pasado, recordándole una advertencia que ya le había hecho en su niñez: ten cuidado con la cumbre escarlata. Durante la estadía de Thomas y su hermana, Edith empieza a formar una relación más estrecha con Thomas, atrayendo la atención del señor Cushing. El padre de Edith contratando a un detective privado para investigar a los hermanos Sharpe y sus resultados son bastante obscuros. 


La historia de La Cumbre Escarlata es una novela gótica en toda la regla: mismo tropos, mismos tipo de personajes y tono de drama. No tendría problema con esta fórmula si Guillermo supiera desarrollar una narración compleja para mantener el suspenso. No era ni la mitad de la película y ya sabía cómo iba a terminar: sabía cómo iban a desarrollarse los personajes, quien era el bueno, el héroe, el malo y el más malo de la película. Guillermo fuerza demasiado el guion y es tan impaciente que lo hace ver demasiado artificial y pareciera bajar caprichosamente el sentido común de muchos de los personajes (aunque este aspecto era muy normal en la novela gótica, así que se puede pasar como un tributo al genero).

El maquillaje, escenografía y efectos especiales de del Toro siempre le ha sido un arma de doble filo y aquí es uno de los mejores aspectos de la película, tanto que casi la ahoga. La narración visual llega a ser en momentos importantes muy poco sutil y aunque sabemos que del toro es un maestro en estos aspectos es demasiado saturante; fue el aspectos que me hizo predecir el desarrollo desde el principio. Los planos y escenografía también contribuyen a la narración; pero del toro no sabe mediarse bien y avienta información visual sin ser consciente de que esta arruinado el contexto. También debo aceptar que hay momentos en que estos aspectos entonan muy bien (por ejemplo en el clímax y final) pero a esas alturas el daño ya está hecho.

 
Pero al final... no puedo decir que no disfrute la película. Como dije en el principio, Guillermo se ha puesto muy cómodo haciendo películas para frikis: Pacific Rim, Hellboy y, para rematar, esta película. Si en el caso de Pacific Rim fueron los mechas, esta vez es la novela gótica; es un tributo y durante casi toda la película no podía sacarme de la cabeza La madriguera del gusano blanco de Stoker (que tampoco es un gran mérito, porque también es una pésima novela). Puedo ver que es una pelicula hecha con amor y del Toro jamás tubo las intenciones de ser elogiada por la crítica o nominado al óscar. Hay demasiados defectos, sí, pero es la pelicula de alguien que ama no solo el cine sino también al género al que le hace tributo.

Guillermo del Toro es un director talentoso que esta encasillado en su zona de confort y espero que salga de ahí pronto; porque sé que puede hacer mejores proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario