sábado, 1 de octubre de 2016

¿Pueden ser la fotografía y el fotoperiodismo arte?



Ensayo para la materia de “Nuevas tecnologías aplicadas en el periodismo” (Escuela de Periodismo Carlos Septién García) en base a la exposición de World Press Photo.

© Sebastián Liste
Como una opinión adicional: está bien para la gente que, más que la exposición, entra al museo en general; pero para alguien que va solo a la exposición, 25 pesos es un timo. Dejando esto claro, continuemos.

Para mi suerte pude ir a la exposición con el compañero Aldo. Sus comentarios ayudaron bastante a la hora de repasar apuntes en el análisis de este seudoensayo y lo más seguro es que este debate entre nosotros continúe aun fuera del trabajo. 

Después de una hora de pasear por el Franz Mayer, intentando encontrar la condenada exposición sin darnos cuenta de que entramos por la salida del museo (al final nuestras mofas al mal gusto barroco fueron lo que valieron 15 de los 25 pesos de la entrada), hallamos una escueta exposición de fotografías que fácil podría haber visto en la comodidad de mi casa sin haber gastado un quinto. Aldo me comenta su firme idea de que la fotografía y el fotoperiodismo no es arte, mientras que mi opinión era el contrario. Dice que solo puede ser definido como arte lo que trae un trabajo de fondo; por lo que un retrato de la realidad no puede ser arte ya que no tiene una composición sólida que la respalde; para él muchas de la fotos son solo complementos para alguna nota periodística e incluso descubrimos que el montaje de algunas fotos parecieran estar haciendo trampa: acomodando y agrupando para dar un sentido más “artístico” a la exposición (como ejemplo: la agrupación de las fotos en la colección de “vida y muerte” de Nancy Borowick).

Le digo que cada foto por si misma transmite una cara de la realidad y que muchas veces el arte intenta imitarla; pero mi observación no es lo suficientemente sólida. Avanzamos y empezamos a analizar una de las fotos de “las mayas”, de Daniel Ochoa, y me comenta como sí puede considerar a esta foto como arte ya que hay toda una composición con la intención de salir a relucir en la foto. 

Después de un rato nos topamos con una relación entre mi débil concepción de la fotografía  con la visión absoluta de Aldo. El punto central: la fotografía de Niclas Hammarström sobre una víctima de la violencia en San Pedro Sula, Honduras; una fotografía que fácil puede estar en algún artículo de nota roja me lleva a preguntarle ¿entonces si conserváramos esa misma imagen, pero remplazáramos a la persona muerta con un actor y la sangre con simple pintura ya sería arte? Noto un leve conflicto en la respuesta pero él termina con un sí. Ya al final de la visita empiezo a tomar ejemplos fuera de la fotografía, como el cine, la escritura, la pintura e incluso los videos juegos, para definir ¿qué es lo que hace arte a tal o cual cosa?

Hasta ahora empiezo a centrar cada una de las cualidades que rigen el arte: expresa algo, no es necesaria para sobrevivir y las observaciones de Aldo me recalcan que es una creación humana. Pongo todas las cartas sobre la mesa. La fotografía junto a todos los medios que se dicen artísticos y empiezo el análisis de sus características. Noto un estado primitivo en muchos de ellos: las manchas de diferentes sustancias que pronto los hombres primitivos convirtieron en pinturas rupestres, la forma simbólica de expresar el lenguaje que se desarrollaría en complejas prosas, los videojuegos, uno de los más recientes, que en un principio giraba en torno al juego y que hoy en día han empezado a desarrollar su propia narrativa usando al propio juego como medio. 

Con estas comparaciones, llegue a la conclusión de que la fotografía por sí sola no es arte, porque no expresa, hasta que llega la técnica que da ese valor artístico. Es solo una herramienta: como la pintura, las letras o la jugabilidad en cada una de sus disciplinas. Pero en cambio descubrí que el fotoperiodismo puede ser arte; usando a la fotografía, usa la realidad como un medio de transmitir arte; el arte está en los ángulos y la perspectiva que quieran dar a comunicar. Tiene una técnica que la respalda y puede dar un trasfondo más complejo al contexto principal (como la fotografía de Niclas Hammarström que da un contexto social de fondo al asesinato en sí).

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