lunes, 15 de diciembre de 2014

Reseña de: BLAME!



El manga nos muestra la búsqueda de Killy en “la ciudad”; una mega estructura que ha rodeado la tierra y que se sigue expandiendo sin control desde hace tal vez décadas o milenios. El objetivo de Killy es encontrar genes de conexión a la red, las razones de su objetivo y su origen son desconocidas, incluso por el propio Killy. Con el pasar de la historia se le irán sumando a su búsqueda nuevos personajes que irán complementando y exponiendo la forma de vida que se da en este mundo gris y devorado por la tecnología.


El mejor aspecto del manga es el dibujo y su diseño, se notan los conocimientos en arquitectura de Tsutomu Nihei en su dibujo: resalta por sus detalles en las megaestructuras y paisajes futuritsas y desoladores. Llegando a dar la sensación de que el escenario es alguna litografía de M. C. Escher mesclada con el estilo metafísico y surrealista de Giorgio de Chirico.


El guion no es muy extenso y no lo necesita, la trama se mueve por las acciones de los personajes, pueden pasar de entre 10 a 20 hojas sin que ningún personaje diga pio; de todos modos creo que se cuenta bien a través del arte visual, agregando una carga muy simbólica no solo a la narrativa y los cambios físicos de algunos personajes sino también al entorno. 

Mi queja en un principio fue el muy pobre desarrollo de personajes, en especial de los protagonistas, pero con el pasar de la historia me di cuenta que aunque no se viera un desarrollo aparente (en especial de Killy) en realidad lo que me intereso, es cómo actúaban con otros personajes que aparentaban más desarrollo, que en su mayoría eran personajes de paso o secundarios. Los cambios que puedan tener alguno de los personajes principales son consecuencias de factores externos; aunque se vea un cambio a una gran escala y de un aire más interesante a la trama, jamás pude encariñarme con ningún de los dos personajes principales, pero se da a entender que esa jamás fue la intención de Nihei, sirven para resaltar este mundo gris que es “la ciudad” y un lado más frio de la naturaleza humana que podría ser la supervivencia.


Un aspecto negativo serían las peleas, parece que durante todo el transcurso del conflicto se convirtieran las viñetas en cuadros de explosiones de una película de Michael Bay tan exageradas y poco nítidas que no sabrás con exactitud cómo es que termino la pelea, este factor me pareció en muchos momentos molesto.

Blame! Podría ser sencillamente un manga apropiado para una persona que más que ver una buena historia, quiera dar un viaje por un futuro distopico, hostil y frio donde la naturaleza humana lucha por subsistir en un mundo decadente.


Muy recomendable para personas que estén interesados en el dibujo, el diseño y la arquitectura.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Reseña de: Tetsuo: El Hombre de Hierro



Un sujeto siente cierto encanto al clavarse piezas de metal y chatarra. En un momento pasado este sujeto es atropellado por el protagonista, que al parecer lo abandono a su suerte. Con el tiempo al protagonista le empiezan a surgir protuberancias de metal, cables, tubos y una amplia variedad de chatarra hasta convertirse en un monstruo de hierro.

La dirección artística es exquisita, lo notaras te guste o no, usando  solo basura, tubos, papel aluminio, una banda sonora opresiva y unas exageradas interpretaciones. Aunque no hayan diálogos extensos, la narración visual en las escenas alimentan esa sensación incomoda, errática y aberrante que proyecta constantemente: son representaciones extravagantes del psique del protagonistas, ya sea una representación de la culpabilidad o el desprecio que siente a una sociedad fría y gris.

La mayor parte de la movilidad de la película se representa en “Stop Motion” que en mi opinión solo alimenta el carácter desenfrenado; pero en este aspecto puedo entender que haya opiniones dividas, tal vez por el raro ritmo que toma. Me gusto el trabajo narrativo y los efectos: sencillos pero más imponentes que muchos otros que he visto hoy en día, casi 25 años después. 

No es para todo el mundo: puede parecerte una obra de culto (como a mí), o solo puede parecerte otra rara película japonesa.