Mucha gente conoce
el trabajo de Gō Nagai, en especial la
gente que nació por los años 70 y 80 que crecieron viendo Mazinger Z. No me
llama mucho la atención Mazinger Z, los
pocos acercamientos al género Kaiju
y Mecha de este estilo no han sido
muy de mi agrado. Así que decidí empezar a ver el trabajo de Nagai desde otra
perspectiva y con eso me topé con Devilman.
Akira Fudo un muchacho promedio con un corazón muy
noble, se ve envuelto en la lucha contra los demonios, monstruos que antes de
la era del hielo dominaron el mundo y que han retornado para reclamar el planeta
que les ha arrebatado el hombre. Para hacer frente a las batallas venideras contra
los demonios Akira tendrá que
fusionarse con Amon, uno de los
demonios más poderoso del infierno, y crear a Devilman, un ser con el poder de un demonio y el corazón de un
humano.
No incluiré
la serie de anime porque no la encontré en español; además, tengo entendido que la trama
es muy distinta.
Tanto en el
manga como en los ovas, la historia es la misma, salvo el cambio cronológico y la
ya esperada reducción de la trama en los dos primeros ovas; para que pudieran
caber los primeros dos tomos del manga en dos ovas de una duración de 45
minutos, pero la esencia de ambos son la misma por lo que es una adaptación fiel
al manga.
En cuanto al
tercer ova, es un caso especial. Adelantan el clímax de la historia sin ninguna
explicación previa: se nos obliga a leer el manga para comprender lo que sucede. En esta tercera parte hay un mejor desarrollo en Akira, el conflicto que tiene se maneja mucho mejor que en el manga. Me hubiera gustado un final concreto como en el
manga, donde se notaran más los golpes psicológicos y morales del protagonista.
En un principio los personajes tiene cierto tinte caricaturesco; aunque
los sucesos que los envuelve no lo son tanto, poco a poco ese aire infantil van
diluyéndose con forme la trama se va poniendo más compleja. En cuanto
a los ovas se nota el desesperado intento de hacerlos más adultos, tal vez
lograron quitar esa actitud algo atolondrada de los personajes, pero los 45
minutos de duración parecen que impiden profundidad.
En cuanto a
al dibujo del manga hay que recordar que eran los 60, el trabajo de Osamu Tezuka era una gran influencia
sobre los mangakas de esa época y Gō
Nagai no era la excepción.
En el manga el dibujo es caricaturesco; los personajes y los demonios tienen un diseño algo simplón, pero se aprovecha al máximo en cuanto se quiere resaltar algo con importancia estética. Los ovas posen un diseño estilizado y acorde con la atmósfera oscura de la trama, las escenas de gore son más explicitas, y se le agrega ese estilo retro que tanto caracterizó en su tiempo al anime de los 80 y 90.
En el manga el dibujo es caricaturesco; los personajes y los demonios tienen un diseño algo simplón, pero se aprovecha al máximo en cuanto se quiere resaltar algo con importancia estética. Los ovas posen un diseño estilizado y acorde con la atmósfera oscura de la trama, las escenas de gore son más explicitas, y se le agrega ese estilo retro que tanto caracterizó en su tiempo al anime de los 80 y 90.
La trama y el
desarrollo de personajes es simple y sublime, ya llevaba un buen rato sin que
me fascinara tanto un manga. La trama va creciendo con cuidado y mostrando el
cambio no solo de los personajes principales sino de la sociedad en general, ¿Cómo actuaria el ser humano ante su
depredador natural y que no pueda derrotarlo ni con sus armas más poderosas?
Devilman es una de esa joyitas que los amantes
del manga shōnen no deberían de
dejar pasar. En cuanto a los ovas, podrían ser una invitación para
leer el manga (por lo menos los dos primeros ovas). El tercer ova, más un tomo
extra del manga llamado Shin Devilman
(aunque tenga enormes huecos argumentales) pueden ser un buen agregado si al
terminar el manga quieres un poco más de Devilman.
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