Guillermo del Toro siempre ha sido uno de los pocos
directores del que no tengo una idea clara en cómo definirlo. Ha producido y
dirigido lo que creo es basura infame pero cuando al cabron se le cruzan los
cables ha creado algunas de las mejores películas y conceptos que he visto en
el medio. Recientemente parece haberse puesto cómodo en un concepto: películas
para Frikis.
Edith Cushing es una joven soñadora y escritora que
recientemente ha conocido a Sir Thomas
Sharpe, un barón ingles que ha viajado a Estados Unidos para buscar
financiamiento. Thomas ha venido a mostrar su proyecto de arcilla minería al
acaudalado padre de Edith; este niega su financiamiento y tacha la actitud de Thomas
como prepotente. Edith es visitada nuevamente por un fantasma del pasado,
recordándole una advertencia que ya le había hecho en su niñez: ten cuidado con la cumbre escarlata. Durante
la estadía de Thomas y su hermana, Edith empieza a formar una relación más
estrecha con Thomas, atrayendo la atención del señor Cushing. El padre de Edith contratando a un detective privado para investigar a los hermanos Sharpe y sus resultados
son bastante obscuros.
La historia
de La Cumbre Escarlata es una novela
gótica en toda la regla: mismo tropos, mismos tipo de personajes y tono de
drama. No tendría problema con esta fórmula si Guillermo supiera desarrollar una
narración compleja para mantener el suspenso. No era ni la mitad de la película
y ya sabía cómo iba a terminar: sabía cómo iban a desarrollarse los
personajes, quien era el bueno, el héroe, el malo y el más malo de la película.
Guillermo fuerza demasiado el guion y es tan impaciente que lo hace ver demasiado
artificial y pareciera bajar caprichosamente el sentido común de muchos de los
personajes (aunque este aspecto era muy normal en la novela gótica, así que se
puede pasar como un tributo al genero).
El maquillaje,
escenografía y efectos especiales de del Toro siempre le ha sido un arma de
doble filo y aquí es uno de los mejores aspectos de la película, tanto que casi
la ahoga. La narración visual llega a ser en momentos importantes muy poco
sutil y aunque sabemos que del toro es un maestro en estos aspectos es demasiado
saturante; fue el aspectos que me hizo predecir el desarrollo desde el principio. Los planos y escenografía también contribuyen a la narración; pero
del toro no sabe mediarse bien y avienta información visual sin ser consciente
de que esta arruinado el contexto. También debo aceptar que hay momentos en que
estos aspectos entonan muy bien (por ejemplo en el clímax y final) pero a esas
alturas el daño ya está hecho.
Pero al final... no puedo
decir que no disfrute la película. Como dije en el principio, Guillermo se ha
puesto muy cómodo haciendo películas para
frikis: Pacific Rim, Hellboy y, para
rematar, esta película. Si en el caso de Pacific Rim fueron los mechas, esta
vez es la novela gótica; es un tributo y durante casi toda la película
no podía sacarme de la cabeza La
madriguera del gusano blanco de Stoker
(que tampoco es un gran mérito, porque también es una pésima novela). Puedo ver que es
una pelicula hecha con amor y del Toro jamás tubo las intenciones de ser
elogiada por la crítica o nominado al óscar. Hay demasiados defectos, sí, pero
es la pelicula de alguien que ama no solo el cine sino también al género al que
le hace tributo.
Guillermo del Toro es un director talentoso que esta encasillado
en su zona de confort y espero que salga de ahí pronto; porque sé que puede hacer
mejores proyectos.
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