viernes, 27 de enero de 2017

La dimensión del cine B: Black Cadillac





CJ, su mejor amigo Scott y el hermano menor de Scott, Robbie, se escapan por los pelos de una disputa en un bar de las carreteras de Wisconsin. Para mejorar la situación, parece que alguien quiere seguir la pelea. Alguien montado en un monstruoso Cadillac de los años cincuenta. A los chicos se les ha ido la situación de las manos y lo que en un principio era una noche de juerga se a convertido en una persecución mortal.

Que bueno es ver que a comienzos de siglo se siguieran haciendo los road horrors. La historia es simple: los chicos la han cagado, punto. Aunque también se tomaron el tiempo para meter un giro en el climax, que no queda de más. El guion no es muy maduro; no obstante, sabe mantener el interés: son como los diálogos de cualquier novela de Stephen King. La película también se sostiene por las actuaciones. Los personajes son basicamente tropos, pero quienes los interpretan les trasmiten verdadero carisma. Destaco la actuación de Randy Quaid como el sherif Charlie, ese Randy es la reata. 


viernes, 13 de enero de 2017

La dimensión del cine B: Brain Damage




  
"Listo para suplicármelo Brian, listo para arrastrarte por el suelo y suplicar por mi jugo, ¿No? ¿Todavía no? Bueno, esperaremos unas horas más. Cuando ya no puedas superar el síndrome, yo estaré aquí; cuando quieras parar el dolor, ven a mí; cuando el dolor sea tan fuerte que ya no puedas soportarlo, no tienes más que pedir mi ayuda; ven a mí cuando ya no puedas resistirlo Brian. Ven a mí.”

Recientemente la novia y el hermano de Brian están perplejos por su nueva actitud. Se ha vuelto más reservado, dice disparates y no  deja que cualquiera entre a su cuarto o al baño del departamento.  Lo que no saben es que Brian ahora esta bajo el poder del Aylmer, un parásito primigenio que controla a su huésped inyectando una potente droga directamente en su cerebro. Con Brian a merced de su droga, Aylmer no tarda en saciarse de su comida favorita: cerebros humanos frescos. 

Con un viaje psicodélico, una narración torcida y un dildo bailarín con una interpretación vocal exquisita, Frank Henenlotter presenta otra de sus clásicas comedias de terror. Aunque las actuaciones están bien para interpretar a un montón de idiotas arrastrados a lo desconocido, el trabajo de John Zacherle como la voz de Aylmer es fenomenal: dota al parásito una personalidad magnética y lo convierte en la mayor razón para, por lo menos, dar un vistazo a la cinta. 


viernes, 6 de enero de 2017

La dimensión del cine B: The Stuff




Un nuevo postre conocido como “La cosa” esta arrasando los mercados de Estados Unidos. Nadie sabe de que esta hecho, pero se promociona como un postre libre de azucares y de contar con un adictivo sabor a dulce.  Como es de esperar, las demás corporaciones heladeras quieren saber cómo detener a este nuevo postre que esta acaparando el mercado. Para este trabajo contratan a David Rutherford, un saboteador industrial y exagente de la FBI, para descubrir el verdadero compuesto de La Cosa. Para su desgracia, no pasa mucho tiempo para que David descubra la verdadera naturaleza detrás del postre: un organismo vivo que toma posesión de las mentes de sus consumidores y se alimenta de ellos. 

Una película con tanto carisma como cantidad de crema de afeitar en sus efectos especiales. Con actuaciones tan malas que hacen ver una interpretación de Scarlet Johanson como algo aceptable, de Stuff nace como una cinta que aprovechan el “bum” que causó The Thing de John Carpenter en el cine de los ochenta. Conectando planos e interpretaciones que dan pena ajena y siguiendo el viejo legado que las películas de ciencia ficción de los cincuenta, la cinta se gana su lugar en los estantes de los amantes del clase B. Recomendable para acompañar un buen postre de vainilla, se los aseguro.