lunes, 2 de febrero de 2015

Reseña de: Bubblegum Crisis


Esta reseña solo abarcara a las primeras dos temporadas de ovas y el manga, así que no se hará mención a  Bubblegum Crisis Tokyo 2040.


Los 80 y 90, el apogeo del ciberpunk como una rama de la ciencia ficción y bubblegum un ejemplo de esos buenos tiempos en que Robocop llenaba los cines, AKIRA cautivaba las miradas desde este lado del globo y James Cameron ponía al público al borde del asiento con producciones Terminator y Alien: el regreso.

Despreciada por los nipones y catalogada como anime de culto por los gringos; Bubblegum Crisis fue de los primeros animes que hicieran que occidente empezara a ver con más seriedad la animación en Japón.

Los ovas siguen las historias de las Night Sabers, un grupo de mercenarias que operan en Mega Tokio; ciudad dominada por la sombra de la Corporación Genom, una súper corporación que aprovechando el cataclismo que arraso la ciudad siete años antes de los acontecimientos principales; ayudo al financiamiento y reconstrucción de la ciudad atreves de su producto más prominente los “Boomers”, robots-trabajadores de alta tecnología, a cambio de la discreta dependencia de la ciudad a Genom. Las Night Sabers, a pesar de ser mercenarias a sueldo posen cierto resentimiento a Genom, en especial su líder Sylia Stingray que busca venganza por la muerte de su padre. Atreves de la fortuna, inteligencia y tecnología dejada por su padre, Sylia arma a su grupo con armaduras de combate de alta tecnología para encargarse de los trabajos encomendados, que en su mayor parte es ser el dolor de cabeza de Genom.


El trabajo artístico es de lo mejor que ofrece Bumbblegum, una paleta de colores muy variada; tonos oscuro azulados convergen a la perfección para transmitir un Tokyo futurista y distopico, al contraste de los llamativos colores que poseen algunos de los personajes o escenas llegan a resaltar por los tonos opacos que los rodean, efecto muy propio de la época. Todo lo anterior dicho, junto con un dibujo y diseño sublime y muy bien trabajado; aunque este mérito solo lo tiene la primera temporada de ovas, en la siguiente (Bumbblegum Crash) se puede notar un bajón muy notable en la calidad del dibujo, que aunque no sea malo, si llega a ser muy simplón.

Por lo general no hablo de bandas sonoras en cuanto menciono anime, pero en esta ocasión el trabajo musical es tan bueno que no podía dejarlo pasar, sazona el ya excelente trabajo de animación, pero creo que tienen un aire muy ochentoso como para que a todo el mundo le guste.


El uso de los personajes es apropiado, aunque con un desarrollo podre en la mayoría de los casos, más uno que otro arquetipo molesto; pero hay que agregar un punto fuerte “su carisma”, los personajes cumplen su rol en las diferentes historias a la perfección y casi ninguno llega a hacer completamente molesto o fastidioso pero no descartare que hay uno que otro sobrante.

Las pequeñas trama que tiene cada ova son entretenidas; pero muy cortas a mi gusto, para el potencial que pudiera haber alcanzado tanto en sucesos posteriores como un mejor desarrollo en los personajes.

En cuanto al manga, mejora muchos aspectos malbaratados en la serie como una narrativa más concisa, mejores medios para complementar la historia y un cambio radical en la actitud en los personajes, y aunque todo lo dicho anteriormente fue bueno se nota que la dirección no estuvo en manos niponas si no en estadounidenses, lo cual le quita un poco el mérito al manga (o comic), pero es lo suficientemente bueno como para hacer una mención honorifica (muy recomendable).

Ya sea porque no te guste el ciberpunk o tal vez sientes que no haya envejecido tan bien, pero como una introducción al género es muy recomendable y si ya eres fan del género y no la has visto creo que será de tu agrado, en especial si te gusta el tinte ochentero que tiene.


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